¿Es buena la persona en sí misma?
Las propuestas del doctor en Psiquiatría Carlos Chiclana para mejorar el bienestar emocional de los jóvenes
El doctor Carlos Chiclana Actis acaba de publicar un artículo en Nueva Revista en el que detalla una serie de iniciativas para mejorar la salud mental, especialmente de los jóvenes. Cabe recordar que una de cada cuatro personas padece o padecerá algún trastorno relacionado con el estado anímico a lo largo de su vida y una de cada ocho ya lo ha desarrollado, según cifras de la Organización Mundial de la Salud. Se sufre o se sufrirá ansiedad, depresión, esquizofrenia, trastorno bipolar, trastorno límite de personalidad o trastornos de alimentación. Las adicciones (tabaco, droga, alcohol y sexo) destrozan vidas de forma manifiesta. Aumentan los suicidios. Todo ello lo tratamos recientemente en un número impreso de Nueva Revista:
https://www.nuevarevista.net/producto/nueva-revista-numero-183/
El artículo del Dr. Chiclana, una persona con gran experiencia clínica y que a su vez maneja muy bien la bibliografía y los estudios recientes, propone cuatro líneas de acción para desarrollar la fortaleza emocional personal y promover la salud mental de los niños y adolescentes. Son estas:
«1. Ahondar en la bondad originaria y transmitir a la persona que es buena en sí misma. 2. Que conozca que tiene energía y capacidad de acción, y que esto es bueno. 3. Ser consciente de que es limitado y por esto necesita custodiarse y cuidar bien de sí mismo. 4. Potenciar lo relacional como elemento fundamental del desarrollo personal».
El punto 3 matiza al 1. Desde una perspectiva bíblica, nadie es bueno sino solo Dios, como le respondió Jesucristo al joven rico (Mc 10, 18). Más aún: el pecado original es una realidad evidente. ¿Cómo explicar, si no, nuestros impulsos a veces perversos? ¿Cómo explicar las matanzas de inocentes del siglo XX, como el Holocausto, por citar solo una? Quien piense que los niños pequeñitos se libran de la malicia, que lea las Confesiones de san Agustín, o que vea la película La cinta blanca, de Michael Hanecke.
Tom Holland advertía: «La doctrina de la perfección natural es peligrosa porque si no la consigues puedes pensar que es tu culpa. Mucho mejor es la doctrina del pecado original. El deseo de mejorar el mundo es bueno […]. Pero todos los cristianos, incluso los más santos, saben que son pecadores y que han de ser compasivos con los pecadores. Si alguien no se ve así [y piensa que naturalmente es perfecto, que no necesita ser salvado: tendencia protestante], siente desprecio por los pecadores: “¿Por qué no se han hechos ellos a sí mismos mejores?” […]. Acontece en muchas áreas culturales hoy día. Ideologías que afirman: sabemos lo que ocurre, nosotros tenemos la luz, etc.».
Holland, en la última frase citada, enlaza con «los de arriba», algunas elites dirigentes que diseñan la sociedad, «expertos» que «saben más» y que tratan de imponer a todos lo que hay que hacer y cómo hay que pensar. Ocurría con Hitler y con Stalin y, mutatis mutandis, ocurre hoy día.