¿Ha muerto la cristiandad?
Chantal Delsol y el desencanto con una Iglesia que no brilla por lo propiamente suyo
«Pero, cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra?» (Lc 18:8). Chantal Delsol (nacida en 1947) pronostica, respondiendo a la pregunta de Jesucristo, que por lo menos quedará un grupo reducido con esa virtud teologal de la fe. Lo que da por muerta es la cristiandad, en su libro La fin de la chrétienté.
Por cristiandad entiende el conjunto de países de religión cristiana y la civilización que la Iglesia ha inspirado, ordenado y guiado desde la batalla del río Frígido (394) hasta la segunda mitad del siglo XX, con el triunfo de los partidarios del aborto. En ese sentido, cristiandad y Occidente, o cristiandad y civilización occidental, son sinónimos.
Christopher Dawson (1889-1970) explica en Hacia la comprensión de Europa que nuestro continente no es principalmente un producto de decisiones políticas y económicas, sino de decisiones culturales, es decir, espirituales. De lo contrario no se explica que Europa, centro de la civilización mundial a finales del siglo XIX, gestara dos guerras mundiales, sistemas totalitarios, el gulag y Auschwitz en el XX. Para Hitler, y su precedente filosófico, Nietzsche, el cristianismo era el responsable de los males de su época. Hitler deseaba el regreso del paganismo antiguo. Algo parecido sucedía con Marx.
De Dawson a Delsol, el olvido de los valores occidentales se ha acentuado. La filósofa francesa subraya que en nuestros días se camina hacia la posibilidad de que cada individuo haga y actúe a la medida de su deseo, limitado solo por las imposibilidades técnicas. La inversión normativa avanza inexorablemente. Todas las leyes sociales votadas en el países occidentales desde el final del siglo XX traducen un cambio radical de paradigma, el fin de un modelo cristiano. Es verdaderamente un cambio de época. No hay nada más próximo al pensamiento posmoderno que el de Epicuro, que abogaba por el placer sensible como guía absoluta. El reino cristiano ha sido reemplazado por formas históricas bien conocidas, más primitivas y más rústicas.
Y la jerarquía de la Iglesia, ¿cómo reacciona? Según Chantal, una característica de la Iglesia de la primera mitad del siglo XXI es que se avergüenza de su pasado. Presenta metamorfosis intelectual con las corrientes «modernas» de pensamiento, y duda de su misión y de su papel como transmisora de fe y valores.
Con ocasión de la publicación de la reseña al libro de Delsol en Nueva Revista, he recibido comentarios como estos:
«La Iglesia oficial se ha olvidado de los valores espirituales trascendentales y ahora solo se dedica al más acá»; «Hoy día es más importante para la Iglesia cuidar el planeta que salvar un alma»; «Mientras la Iglesia se ocupe de temas terrenales abdica de su primera misión y se reduce a una especie de partido político más».
Expresan sobre todo el desencanto con una institución que no brilla por lo propiamente suyo. Es lo mimo que transmite Delsol.
Más sobre Historia de Occidente:
https://www.nuevarevista.net/historia-de-occidente
Más sobre El cristianismo en la era de la posverdad:
https://www.nuevarevista.net/el-cristianismo-en-la-era-de-la-posverdad/
Justo eso. Muchas gracias. Tengo que estudiar a Diego Fusaro.
Aparentemente un tema de actualidad. También este filósofo italiano izquierdista (!) ha tratado este tema https://twitter.com/DiegoFusaro/status/1628379579831267329?s=20