Dos de cada cinco coches eléctricos que se ponen a la venta en el mundo llevan baterías CATL. Esta empresa china piensa incluso levantar una fábrica de reciclaje de baterías en Europa, como su asiática Brunp.

Le pregunta Gustav Theile, un periodista del FAS, a Pan Jian, cofundador y vicepresidente de CATL, por qué son los coches eléctricos chinos tan buenos. Respuesta de Pan Jian: «Hace veinte años, China estaba en una posición mucho más débil [que Alemania por lo que se refiere a la industria del automóvil y los coches eléctricos]. Entonces nos podríamos haber desesperado. Muchos, en efecto, se desesperaron. Pensaban: ‘Es imposible situarnos al nivel de las economías desarrolladas y al nivel de Mercedes, BMW, Volkswagen, Bosch y Schaeffler’. Pero, en última instancia, los alemanes y los chinos son bastante similares: somos buenos en el arte de las matemáticas y en la ciencia de la ingeniería, nos gusta construir en lugar de comerciar». Más adelante, el mismo Pan Jian, dice: «Los alemanes no esperaban que China progresara tan rápidamente. Ha sido un trauma para ustedes. […]. Cuando superen la conmoción, construirán coches eléctricos a precios competitivos. […]. Vean a las compañías chinas como competencia digna, no como amenaza». Mientras que CATL va viento en popa, la empresa europea que quería hacerle sombra, Northvolt, se ha hundido. Y mientras en Europa se habla de coches eléctricos, «en China el asunto va ahora de coches eléctricos inteligentes», fáciles de conducir con «indicaciones verbales». […]. «Es como comparar los iPhone con los móviles más antiguos». Sobre la autonomía de batería, Pan Jian afirma: «La preocupación por los kilómetros que se pueden recorrer con una carga de batería es falsa. Proviene de quienes no tienen coches eléctricos. […]. También había ese miedo en China, que iba pasando a medida que más gente compraba coches eléctricos. Lo mismo sucederá en Europa». Actualmente está muy avanzada la investigación en baterías de estado sólido, que permitirán recorrer hasta 1000 km sin recargar. «Seremos de las primeras empresas que las pongan en el mercado». La investigación y el trabajo ocupan y preocupan a Pan Jian, no los aranceles de Trump, porque «al final lo que cuenta es nuestra capacidad para producir las mejores baterías al mejor precio». [1]
Observaciones:
—La frase final, «al final lo que cuenta es nuestra capacidad para producir las mejores baterías al mejor precio», tendría que estar grabada a fuego en cualquier propósito empresarial y estatal, y no parece que lo esté en muchos casos ni en Europa ni en España.
—Me compré un Golf GT TDI en noviembre de 1996 y ha sido mi automóvil hasta junio de este año, en que lo cambié por un coche eléctrico: un BYD Atto 3, chino. No lo habría cambiado si a mi querido Golf no se le hubiera prohibido circular por Madrid a partir de 2025. En cualquier caso, el Atto 3 es, de momento, una gran experiencia y desde luego, al menos de momento, confirma de modo práctico y real todo lo que declara Pan Jian. Si no sigue siendo así, dejaré constancia aquí mismo.
—La prensa alemana viene informando del asombro de sus altos directivos del automóvil cuando viajan a China y observan lo que se hace allí. Algunos de esos directivos alemanes han declarado que nos llevan ya muchos años de ventaja.
—Según un proverbio chino, el mejor momento para plantar un árbol fue hace veinte años y el segundo mejor momento es ahora. ¿No podría España imitar a China en ese amor propio por crear buenas empresas y por ponerse a la altura de los mejores en cultura empresarial?
———
[1] Las citas textuales las tomo del Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung (FAS), Nr. 48, 1/12/2024. Traducción de Lotrives.