Querida Tania:
Esta semana Alemania ha acordado dotarse con un fondo especial de 500 millardos de euros (500.000.000.000 €) para invertir en defensa y en infraestructuras. Las empresas armamentísticas de Alemania, como Hensoldt, Rheinmetall y Renkt, subieron en su cotización entre un 7 y un 8 por ciento el miércoles. Si no conoces esas sociedades, te aconsejo que sigas los enlaces que he insertado en ellas para hacerte una idea. Las fotos de sus páginas principales hablan por sí solas.
La fiesta continuará de forma indefinida, porque los dirigentes de los dos partidos más importantes de Alemania, Friedrich Merz, conservador (CDU), y Lars Klingbeil, socialista (SPD), se han puesto de acuerdo para «excluir todo el gasto en defensa que supere el uno por ciento del PIB (producto interior bruto) de la limitación del endeudamiento estatal anclado en la Constitución alemana». La frase es enrevesada pero significa: barra libre para fabricar carros de combate o lo que sea que tenga que ver con la guerra hasta nueva orden. Puedes encontrar más detalles de esta información en el FAZ (Frankfurter Allgemeine Zeitung), que titulaba significativamente así la noticia: «La gran coalición de la deuda».
Planes parecidos hay para todos los países de la Unión Europea (UE). «El proyecto, que supone solo el principio de un cambio de paradigma mucho más amplio, aspira a movilizar hasta 800 millardos de euros en los próximos cuatro años, la mayoría provenientes de los presupuestos nacionales y 150 millardos de deuda común», publica hoy El País. En España, «el Gobierno aumentará el gasto en defensa y alcanzará el objetivo de llegar al 2 por ciento antes de 2029», según El País hoy.
James Mackintosh, en el WSJ (The Wall Street Journal), opinaba el 4/3/25: «Desde que cayó el Muro de Berlín [1989] hemos vivido casi medio siglo prefiriendo la mantequilla a las armas. Con el ascenso de China, y con Estados Unidos ya no percibido como un aliado fiable, las armas volverán a tener prioridad. Reestructurar la economía, el comercio y los sistemas fiscales para reemplazar el consumo por el gasto en defensa será políticamente polémico y costoso. Los contratistas militares europeos son claros ganadores».
Tú, Tania, quizás estés pensando: «¿Qué me importa a mí todo eso, a una persona como yo que ha perdido a su hijo en la guerra?». Solo puede contestarte que me consuelo contigo, porque ahora vienen a por nosotros, los ciudadanos de la UE.
Me centro en el caso de Alemania, pero vale para España, Francia, etc. El truco es como sigue, de forma simplificada. El Gobierno emite deuda, es decir, papelitos que cada uno representa mil euros. Emite muchos papelitos, hasta la cifra mareante de arriba: 500 millardos de euros. Empezando desde abajo, alguien, un ciudadano, compra un papelito de mil euros porque se le promete un interés del 2 por ciento. El Gobierno ya tiene 1000 euros en su bolsillo y el ciudadano un asiento en una cuenta de valores. Con esos 1000 euros, y muchos más adquiridos con el mismo método, el Gobierno encarga material bélico a las empresas arriba citadas. Sus directivos se forran porque les llega el dinero rápidamente y por adelantado, antes de que la inflación se dispare. Luego pasará lo que pase con el armamento que se fabrique. A lo mejor en algún caso hasta llega a Ucrania, para mal. Como el Gobierno por definición no tiene dinero, devolverá los 1000 euros a ese ciudadano de mi ejemplo, y hasta los 500 millardos, con más impuestos o dándole a la manivela de producción de billetes, con la connivencia del Banco Central.
En resumen: la Unión Europa se rearma, sus ciudadanos se empobrecen aún más excepto las empresas arriba citadas, la inflación aumenta y no se invierte donde se tendría que invertir. Y todo, fíjate en lo diabólico de este asunto, por una pelea de gallos protagonizada por dirigentes políticos mundiales. Mucha gente no cree que los demonios existen, y así Satanás maniobra con más facilidad.
Mientras tanto, claro, los únicos que mueren en combate son soldados como tu hijo, Petro.
Por el Tratado de Versalles, a Alemania se le prohibió rearmarse. Hitler se saltó el acuerdo en cuanto se hizo con el poder. Aquello desembocó en la Segunda Guerra Mundial. No estoy seguro de que nos encontremos en la misma situación, pero empiezo a temerlo.
Te quiere mucho y reza por ti,
Lotrives