«La dama de oro» y la anexión de Austria por Hitler en 1938
Las vicisitudes de dos cuadros de Gustav Klimt reflejan la historia contemporánea del país alpino
La dama de oro, la película recién estrenada con Helen Mirren de protagonista, supone una gran ocasión para interesarse por la historia partiendo del cine. En este caso, el tema es la anexión (Anschluss) de Austria a Alemania, en 1938, con el consiguiente expolio de bienes judíos por los nazis. Parte del arte robado por los nazis de 1933 a 1945 pasó, tras la Segunda Guerra Mundial, a ser propiedad de los nuevos Estados (austriaco o alemán), en ocasiones lesionando los derechos de los legítimos herederos.

El 16 de enero de 2006, un tribunal de arbitraje vienés dictaminó que cinco cuadros del pintor Gustav Klimt (1862-1918), un maestro del Jugendstil (Art Nouveau, Modernismo), expoliados por los nazis y expuestos en la galería estatal Belvedere (Viena) desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta 2006, tenían que devolverse a Maria Altmann, la legítima propietaria. Los cuadros eran Adele Bloch-Bauer I, Adele Bloch-Bauer II, Casas en Unterach, a orillas del lago Attersee, Manzano I y Hayedo. Esas pinturas se tasaban en cien millones de euros en 2006. Las dos de Adele Bloch-Bauer son de las más célebres de Klimt.
La pugna legal había comenzado en 1999. Enfrentaba al Estado austriaco con Maria Altmann (89 años en 2006),1 vienesa de nacimiento y en 2006 residente en Los Angeles (EE.UU.). La defendía el abogado Randol Schoenberg. Maria Altmann era sobrina de Ferdinand Bloch-Bauer (1864-1945), un adinerado empresario del azúcar, austriaco, coleccionista de arte, judío de raza, que tuvo que huir tras el Anschluss. Su esposa, Adele, es la que aparece en Adele Bloch-Bauer I y en Adele Bloch-Bauer II, dos cuadros encargados por Bloch-Bauer a Klimt.
Adele dejó por escrito que cuando muriera ella (sucedió en 1925), las obras de arte del matrimonio se donaran al Belvedere. Sin embargo, Bloch-Bauer otorgó sus bienes a sus sobrinos, ya que el matrimonio no tuvo hijos. Bloch-Bauer falleció en el exilio en Suiza en 1945. Los herederos de Ferdinand Bloch-Bauer al parecer aceptaron en 1946 que las pinturas de Klimt pasaran al Estado austriaco, basándose en el deseo de Adele.
Maria Altmann huyó a California para escapar de los nazis tras el Anschluss. Era la sola heredera sobreviviente de Ferdinand Bloch-Bauer en 1999, cuando abrió de nuevo la disputa legal sobre la base de que la familia fue extorsionada, en 1946, para que renunciara a sus derechos sobre las pinturas de Klimt. El Estado austriaco les había mentido, según ella, y en 2006 el dictamen legal parece que corroboró sus argumentos.

Las informaciones de arriba, junto con la película, ofrecen un punto de partida para adentrarse en la época del Anschluss (anexión de Austria por Hitler), el expolio de arte nazi y las batallas jurídicas posteriores, que llegan hasta nuestros días.
Maria Altmann (1916-2011). Véase https://es.wikipedia.org/wiki/Maria_Altmann